En Chile, recibir una demanda por deudas es una situación más común de lo que parece. Muchas personas viven la incertidumbre de no poder responder económicamente cuando llega la notificación del tribunal. El miedo es lógico, pero es importante entender qué ocurre legalmente y qué alternativas existen si es que te demandaron.
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Cuando un acreedor inicia una demanda, lo hace porque no encontró otra forma de cobrar. El tribunal notifica al deudor y abre un proceso judicial.
Te demandaron pero no tienes nada que entregar
Si la persona no tiene cómo pagar, el juez no puede obligarla a entregar lo que no posee.
Lo que sí puede ocurrir es que se inicien procedimientos como el embargo de bienes, cuentas bancarias o parte del sueldo. En estos casos, se busca garantizar que la deuda se salde, aunque sea de manera parcial.
Ahora bien, si el deudor no tiene bienes a su nombre ni ingresos formales que embargar, el acreedor enfrenta un límite real. La justicia chilena no permite encarcelar a alguien por deudas de carácter civil. Eso sí, la deuda seguirá existiendo y puede acumular intereses, lo que complica aún más la situación financiera.
Ante este escenario, una alternativa viable es la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento, conocida como Ley de Quiebra. Esta normativa permite a las personas que no tienen cómo pagar renegociar sus deudas o incluso liquidar sus bienes para cerrar el capítulo.
Es un camino legal que brinda una salida más ordenada y justa tanto para el deudor como para los acreedores.
Ser demandado y no tener cómo pagar no significa el fin
Significa que es hora de informarse, buscar asesoría y tomar decisiones estratégicas. Existen herramientas legales que protegen a quienes enfrentan esta realidad. Lo importante es no quedarse paralizado y actuar con rapidez.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.