En Chile no es habitual que una persona menor de edad pueda ser titular de una tarjeta de crédito. La razón principal es que los adolescentes aún no tienen plena capacidad legal para obligarse en contratos de este tipo.
El Código Civil chileno establece que los menores de 18 años son relativamente incapaces. ¿Qué quiere decir ante la ley? Requieren autorización de sus padres o tutores para realizar actos jurídicos que impliquen responsabilidades financieras mayores.
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Las tarjetas de crédito generan deudas y obligaciones de pago. Ello hace que las instituciones financieras restrinjan este producto a mayores de edad. Por eso, los bancos prefieren ofrecer alternativas que permitan la inclusión financiera de los jóvenes, pero sin exponerlos a riesgos de endeudamiento.
Marco legal y práctica común
Edad mínima:
La mayoría de los bancos solicita que el titular tenga al menos 18 años para acceder a una tarjeta de crédito. Esto está en línea con los requisitos legales para contratar créditos.
Usuarios adicionales:
Algunos bancos permiten que un menor de edad pueda figurar como usuario autorizado en la tarjeta de crédito de un adulto responsable. En este caso, el padre, madre o tutor sigue siendo el titular y el responsable del pago, mientras que el menor recibe una tarjeta asociada para compras supervisadas.
Alternativas seguras:
Para fomentar la educación financiera desde la niñez, las instituciones ofrecen productos como cuentas vista, cuentas de ahorro y tarjetas de débito o prepago. Estas permiten realizar compras, transferencias y retiros, pero siempre con fondos previamente cargados, evitando el riesgo del endeudamiento.
En Chile, los menores de edad no pueden tener una tarjeta de crédito propia porque no tienen capacidad legal plena y existe un alto riesgo de sobreendeudamiento.
Entonces, ¿hay opción de contar con una tarjeta de crédito?
Solo pueden ser usuarios adicionales en la tarjeta de un adulto. Como alternativa, los bancos ofrecen cuentas digitales, prepago y cuentas vista que permiten a los jóvenes aprender a manejar dinero de forma segura. Su objetivo es fomentar la educación financiera y preparándolos para usar productos de crédito cuando alcancen la mayoría de edad.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.
