Ahorrar puede parecer difícil, sobre todo cuando los gastos no paran de aumentar. Pero hay una fórmula simple que puede ayudarte a organizar tu dinero sin complicaciones: la regla del 50/30/20.
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¡Una forma para ahorrar con cabeza!
Esta técnica te permite tener el control de tus finanzas y avanzar hacia tus metas sin dejar de disfrutar el presente.
50% para tus necesidades básicas
La mitad de tus ingresos debe destinarse a cubrir lo esencial. Aquí entran el arriendo, la alimentación, los servicios básicos, el transporte y todo lo que necesitas para vivir. Si tus gastos básicos superan este porcentaje, revisa dónde puedes ajustar. A veces pequeños cambios, como comparar precios o reducir consumos, hacen una gran diferencia.
30% para tus deseos y estilo de vida
Este porcentaje está pensado para lo que te da gusto y bienestar. Salir a comer, disfrutar una suscripción o darte un pequeño lujo. No se trata de eliminar estos gastos, sino de mantenerlos dentro de un margen razonable. Así evitas que los “gustitos” se conviertan en deudas innecesarias.
20% para ahorrar y pagar deudas
El último 20% es tu inversión en el futuro. Usa este dinero para ahorrar, crear un fondo de emergencia o pagar tus deudas. Si estás en proceso de salir de ellas, enfoca esta parte en reducir tus compromisos financieros. A medida que liquidas tus deudas, ese dinero podrá destinarse al ahorro o a cumplir tus metas.
¡Sólo trae beneficios!
Aplicar la regla del 50/30/20 no solo ordena tus finanzas, también te da tranquilidad. Divide tus ingresos, controla tus gastos y verás cómo, paso a paso, tus números empiezan a trabajar a tu favor.
Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.
