Extinguir una deuda no siempre significa pagarla. En Chile, el Código Civil reconoce varios mecanismos que permiten poner fin a las obligaciones financieras. A continuación, enumeramos algunas.

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¿Es posible suprimir alguna de tus obligaciones financieras?

Sí. Cada vía legal tiene sus propias condiciones, efectos y riesgos. Conocerlos puede marcar la diferencia entre una solución justa y un error costoso.

El método más común es el pago efectivo.
Si el deudor cumple íntegramente con lo pactado —capital, intereses y reajustes—, la obligación desaparece. Pero no siempre se trata de dinero. También puede cumplirse mediante la entrega de bienes o servicios equivalentes.

Otro camino es la novación.
Ocurre cuando las partes sustituyen la deuda original por una nueva. Cambia el acreedor, el objeto o las condiciones. La deuda antigua se extingue y nace una nueva obligación.

La transacción permite resolver conflictos sin llegar a juicio.
Ambas partes acuerdan modificar o terminar la deuda, muchas veces con descuentos o plazos distintos.

También existe la remisión, más conocida como condonación.
El acreedor perdona total o parcialmente la deuda. Es un acto de buena fe que libera al deudor, aunque puede tener implicancias tributarias.

En la compensación, ambas partes son deudoras y acreedoras entre sí.
Las deudas se cancelan hasta donde los montos coinciden. Es común entre empresas o personas con vínculos comerciales.

Puede ocurrir la confusión.
Se da cuando una misma persona pasa a ser acreedor y deudor al mismo tiempo. Como nadie puede deberse a sí mismo, la obligación desaparece.

Desaparición de lo comprometido.
Finalmente, si se pierde la cosa que se debía —por ejemplo, un objeto único o insustituible— sin culpa del deudor, la obligación se extingue.

Siete vías legales: ¿Cómo se extinguen las obligaciones financieras?

¡Asesórate con expertos!

Los mecanismos para despedirte de las obligaciones financieras están respaldados por la ley, pero su aplicación depende del caso.

Antes de intentar extinguir una obligación, conviene asesorarse. Porque no todas las salidas son iguales, y una mala decisión puede traer nuevas deudas.

Nuestro equipo de especialistas puede ayudarte a revisar tu caso y encontrar la mejor estrategia para que recuperes tu tranquilidad.

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